José
Laguillo Bonilla nació en Sevilla en 1870.
Nació
en el seno de una familia acomodada, y desde muy joven se sintió
atraído por la literatura y la historia.
Se
inició como periodista trabajando durante cinco años en distintos
medios sevillanos, y a los 32 años, en 1902, ingresó en la
plantilla del periódico El Liberal que había creado Miguel Moya en
1901, asumiendo en 1909, su dirección.
Después
de 27 años como director dimitió cuando el Frente Popular alcanzó
el triunfo en las elecciones legislativas de 1936.
Terminada
la Guerra Civil, volvió a colaborar con cierta asiduidad en el
periódico ABC
de
Sevilla.
Con
70 años escribió Memorias
de antetumba, mi vida y mi tiempo,
que constituye un testimonio imprescindible para conocer el periodo
marcado entre los años 1873 y 1936.
Aquí
murió en 1959 y en 1971 el Ayuntamiento de Sevilla pone su nombre a
esta avenida que anteriormente, y desde 1877, se designaba con la
letra Z.
A
finales del siglo XIX estaba configurada por una serie de manzanas,
poco antes loteadas, a su izquierda, y el lateral del Perneo, el
antiguo Salitre reformado por Balbino Marrón.
En
1910 Saturno se prolongaba por un camino designado como calle del
Prado de Santa Justa hasta las vías del ferrocarril de Empalme.
El
Prado de Santa Justa, uno de los ejidos de la ciudad, era arrendado
para el pastoreo de los ganados, aunque al estar junto al
arroyo Tagarete, se encontraba casi permanentemente inundado,
embalsándose las aguas y provocando tercianas y otras enfermedades
en los habitantes de San Roque, Barresuelo y la Calzada.
En
los primeros años del siglo XX comienzan a construirse casas
populares en el Prado, y en los años veinte la Compañía de los
Ferrocarriles de Andalucía construye la Estación de Santa Justa
para carga y descarga de mercancías.
En
1929 se procede a la pavimentación de asfalto, delimitada por sendas
aceras de losetas en las que le alinean algunas morenas y arces.
Su
iluminación se realiza por medio de farolas de báculo con alumbrado
eléctrico desde 1949.
El
primer proyecto de urbanización data de 1903.
Dotada de una clara
función industrial y comercial, a esta contribuyó la construcción
de la Estación de Santa Justa.
En
los últimos años los edificios de uso industrial y comercial van
siendo sustituidos por construcciones residenciales, proceso que se
ha intensificado en los últimos años con la urbanización del
espacio situado junto a la calle Arroyo.
Por
otra parte, el ambulatorio de María Auxiliadora genera un gran
trasiego de vehículos y personas.
En
el otro extremo de la avenida encontramos el Centro Deportivo de
Santa Justa.
Al
medio tenemos pequeñas zonas de descanso con bancos y una escultura,
datada de 1981 y dedicada a la cooperativa de Viviendas Saturno de
Gecosa.
Con
la apertura de la nueva estación de ferrocarril la calle se prolonga
hasta llegar a ella.
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